Con orgullo, alegría y honor recibió la familia Piña el galardón que recibió uno de sus hijos,
al ser merecedor del Grammy Latino en la categoría Cumbia- Vallenato con su trabajo Le canta a San Jacinto.
al ser merecedor del Grammy Latino en la categoría Cumbia- Vallenato con su trabajo Le canta a San Jacinto.
Aunque en San Marcos no hubo fiestas, ni celebraciones, entre el actuar de la comunidad había un aire de felicidad por el logro obtenido por uno de los suyos, el gran Juan Piña.
El premio que recibió ‘El Niño de San Marcos’, como le llaman cariñosamente, trajo a la mente de sus amigos y seres queridos aquellas épocas en que el cantante corría por las calles del barrio Marusa, hoy, San José, donde nació hace 61 años.
Rafael Díaz Ledesma, amigo de Juan y quien tiene recuerdos de él revelados en cientos de fotografías, dijo que desde que supo de esa gran noticia reafirmó su confianza en él.
Casa donde nació el cantante Juan Piña, en el barrio San José
“Siento mucha satisfacción y orgullo, desde niño fue admirado por su capacidad interpretativa al momento de cantar. Recuerdo que la casa de bahareque donde nació, fue destruida por un incendio cuando él tenía como 6 años y fue reconstruida por la solidaridad de los sanmarqueros, ya que su padre, el maestro Juan De La Cruz Piña, gozaba de una consideración general envidiable por su gran talento musical. Esa casa posteriormente la vendieron mientras comenzaba sus estudios de primaria en la Escuela Urbana de Varones, hoy Institución Jhon F Kennedy”, expresó Rafael.
Asimismo, anotó que “desde muy pequeño comenzó a cantar: en el barrio y en la iglesia. El papá le dio la oportunidad de grabar su primer trabajo a sus 10 años, un L.P titulado Juan Piña y sus muchachos donde metió la voz en el tema Abran rueda”.
Uno de los más nostálgicos es Alfonso Piña Cogollo, hermano de Juan e hijo mayor de Juan De la Cruz Piña, quien tuvo 21 hijos, 11 de ellos con Blanca Valderrama, madre de Juan.
Jorge, Carlos y Juan Piña, Walter Castro y Manuel ‘Mono’ Miranda, en 1960, en el Club Unión de San Marcos.
“El niño enfermizo que se crió en las calles del barrio San José, muy cerca a la ciénaga, nos está dando una satisfacción enorme. Siempre fue avispado, sorprendiendo con la gracia de su canto, y muy alegre a pesar de que no tuvo una infancia con juguetes. Se fue a los 15 años buscando una oportunidad y lo consiguió”, dijo Alfonso.
Bertha Piña Arrieta, matrona de los Piña, quien sus 100 años no fueron impedimento para evocar los años en que Juan pasaba noches enteras en su regazo, dijo que ese era un logro que se veía venir, por su talento y la formación que le dio su padre desde niño.
“Todo eso se debe a mi hermano Juan De La Cruz, él era un maestro, un personaje de la música y ellos heredaron ese talento. Yo lo oía cantar desde cuando Juancho tenía 5 años, recorría con su voz el cuarto, la sala, el patio y hasta el baño. Cantaba canciones de Celia Cruz y eso era un disparate”, recordó Bertha Piña.
Juan Piña con varios de sus amigos en San Marcos.
También apuntó que “la mamá de Juancho, Blanca Valderrama, tuvo un parto prematuro con él y cuando nació pasaba llorando y enfermo. Yo decía: no creo que ese pelaito se salve. De inmediato lo bautizaron en la Iglesia Santísima Trinidad de aquí de San Marcos antes de que se muriera. Al momento del bautizo no tenían el nombre y le ‘clavaron’ el mismo de su padre Juan De La Cruz”.
Por Laura Toscano Monterroza
San Marcos, Sucre.
San Marcos, Sucre.
Tomado de Elheraldo.com.co noviembre 18 de 2012
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